Makao y su cacao
En Makao tenemos la intención de acercar a las personas al cacao, de compartir su verdadera esencia, su magia y los grandes beneficios que tiene para todos aquellos los que lo integramos a nuestras vidas.
Para esto buscamos un cacao de gran calidad, que fuera de cultivos consientes, sostenibles y responsables con el medio ambiente y con su comunidad.
Tuvimos la fortuna de encontrarnos con la cooperativa Tajawil ta kakaw, una cooperativa que trabaja con un sistema agro forestal, en el que se procura que árboles, arbustos y animales interactúen biológicamente en un área de cultivo, con el propósito de diversificar y optimizar la producción para un manejo sostenible y respetuoso de los ciclos naturales. Logrando un equilibrio natural que permite obtener una semilla de gran calidad.
La cooperativa se encarga también de apoyar a sus integrantes con cursos y talleres para seguir en constante evolución, buscando y aplicando las mejores técnicas para lograr cada vez una mejor semilla, un mejor cultivo.
La cooperativa se encuentra en la región del Soconusco, Chiapas, México, una zona con una gran variedad de especies de cacao, entre ellos el forastero, trinitario, criollo y el cola de lagarto. Una importante labor de la cooperativa es recuperar las especies nativas de la zona, como lo son el cacao criollo y el cola de lagarto.
El cacao es un cacao que lleva un proceso de fermentación, que puede ser hasta de 11 días, desarrollando al máximo sus características organolépticas, dándonos como resultado un cacao de olor y sabor excepcional.
Tuve la oportunidad de visitar las parcelas de algunos integrantes de la cooperativa y me da mucha alegría saber que el cacao que ofrecemos en nuestros productos no es solamente de gran calidad, aparte de tener un gran sabor es un cacao proveniente de tierras mexicanas, sostenible, de cultivos responsables con el medioambiente y con su entorno y sobre todo trabajado de principio a fin con mucho amor, pasión y consciencia, por personas, maestros cacaoteros de grandes valores, que demuestran un gran amor a su trabajo y al cacao, transmitiendo todo esto a la semilla, y a su vez a los que disfrutamos de este cacao, haciéndolo sumamente valioso.